12.07.2025

Épocas

 Hay épocas en que la poesía se espanta de las almas

benditas y de los espíritus sin mácula que cuentan

estrellas ante las sombras del río…


Hay épocas en que la poesía pierde la buena medida,

el buen tono, la buena contemplación, el buen amor,

el buen humor, la buena razón y el buen apetito

con que los cuerpos abren las puertas del destino…


Hay épocas en que la poesía llora en la noche

con lágrimas de niño y dice adiós a la belleza

sin estrépito, y corre hacia el infierno

con botas de gigante para sus pies deshechos…


Hay épocas en que la poesía no duerme

entre las sábanas almidonadas de la cultura,

debe buscársela sonámbula y a los tumbos, casi ciega,

entre tiros y gritos y pájaros de mal agüero,

en noticias policiales…


Hay épocas en que la poesía sólo conoce las prácticas

subversivas y los métodos piqueteros

(la cosa es: tomar por asalto el palacio de verano y

el de invierno,

o cortar las rutas o cubrir de humo negro el cielo,

o morir de pobre,

en la soledad del silencio,

como los elefantes mueren en los bordes de la selva.)

Entonces la poesía anda sin brújula, a saltos de mata,

de un lado a otro, del mar a la meseta, mientras el otoño

nos envuelve con su luz dorada

y sólo cambia que uno está más viejo…


Hay épocas en que la poesía se plantea una última cuestión:

¿Cuando lleguen los poetas del mañana,

los que anunciarán la alegría,

tendremos algo más para recibirlos

que tumbas de inocentes sin justicia

y la moneda de la vida jugada a cara o cruz?

11.09.2025

Avanzando hacia casa

 AVANZANDO HACIA CASA


Dónde está Abu Fadi», se lamentó ella. ¿Quién me traerá a mi amado?»


The New York Times, 20/9/82


No quiero hablar de la topadora


y la tierra roja


que no llega a cubrir todos los brazos y las piernas


Ni quiero hablar sobre los gritos nocturnos


que llegaron hasta


los puestos de observación donde los soldados holgazaneaban


Ni quiero hablar de la mujer que metió


a su bebé en manos del extraño antes de que se la llevaran


Ni quiero hablar acerca del padre cuyos hijos


fueron baleados


en la cabeza mientras le cortaban su propia garganta ante


los ojos


de su esposa


Ni quiero hablar del ejército que encendió continuamente


bengalas en la oscuridad para que los otros pudieran ver


las espaldas de sus víctimas alineadas contra el paredón


Ni quiero hablar de los cuerpos amontonados y


el hedor


que no flotará


Ni quiero hablar de la enfermera violada una


y otra vez


antes de que la asesinaran en el piso del hospital


Ni quiero hablar de las balas de metralla que


no

se detienen en esa intensa trayectoria


Ni quiero hablar sobre el martilleo en las


puertas y


la rotura de ventanas y el arrastre de familias hacia


el mundo de los muertos


No quiero hablar de la topadora ni de la tierra roja


que no llega a cubrir todos los brazos y las piernas


ble eve


porque no deseo hablar sobre eventos indescriptibles


que son consecuencia de aquellos que se atreven


«a purificar» a un pueblo


de aquellos que se atreven


«a exterminar» a un pueblo


de quienes se atreven


a describir a los seres humanos como «bestias con dos pie


de aquellos que se atreven


<a limpiar>>>


«a apretar el nudo>>>


«a aumentar la presión militar>>>


<<<a rodear>> calles civiles con tanques


a aquellos que se atreven


a cerrar universidades


a abolir la prensa


a matar a representantes elegidos


por el pueblo que rechaza ser purificado


esos son aquellos de quienes debemos redimir


las palabras de nuestro origen


porque necesito hablar de mi casa


Necesito hablar del living


donde la tierra no es acosada ni golpeada hasta


una lápida


Necesito hablar acerca del living


en el que la charla será en mi idioma


Necesito hablar del living


donde mis hijos crecerán sin horror


Necesito hablar del living en el que los hombres


de mi familia de entre seis y sesenta y cinco años no son


conducidos a una redada que los lleva a la tumba


Necesito hablar acerca del living


en el que puedo sentarme sin pena sin lamentarme en voz por mis seres queridos


en el que no debo preguntar dónde está Abu Fadi


porque él estará sentado a mi lado


Necesito hablar del living


porque necesito hablar de mi casa.


Nací como una mujer Negra y ahora


me he convertido en una Palestina


contra la risa cruel del mal


hay cada vez menos living


¿y dónde están mi seres queridos?

Poema sobre la violencia policial

 Decime algo

qué creés que pasaría si

cada vez que ellos matan a un chico negro

nosotros matáramos a un policía

si cada vez que ellos matan a un hombre negro

nosotros matáramos a un policía


¿pensás que disminuiría la tasa de accidentes?


a veces a la sensación le gusta sorprenderme cariño

vuelve a mi boca y estoy callada

como piletas olímpicas de la nieve

montañosa que corre bajo el sol


a veces pensando sobre la Casa 12 del Cosmos

o el modo en que tu oreja atrapa la punta

de mi lengua o los letreros que nunca he visto

como PELIGRO MUJERES TRABAJANDO


pierdo la conciencia de la bestial fea rabiosa

y repetitiva ofensa como cuando ellos me dicen

18 policías para someter a un solo hombre

18 lo estrangularon hasta la muerte en la posterior refriega (¿no

idolatrás la dicción de los poderosos? Someter

y refriega ¡oh!) y que el asesinato

que la matanza de Arthur Miller en una calle

de Brooklyn fue solamente un «accidente justificable» otra vez

(otra vez)

Gente teniendo accidentes alrededor del mundo

por tanto tiempo que yo calculo que lo único

seguro apropiado es un arma

estoy diciendo que la guerra no es para entenderla o repetirla

la guerra es para pelearla y ganarla


a veces a la sensación le gusta sorprenderme cariño

oculta/ lo bestial pero

no demasiado a menudo


decime algo

qué creés que pasaría si

cada vez que ellos matan a un chico negro

nosotros matáramos a un policía

si cada vez que ellos matan a un hombre negro

nosotros matáramos a un policía

¿pensás que disminuiría la tasa de accidentes?

Estos poemas

 Estos poemas



son las cosas que hago



en la oscuridad



alcanzándote



quienquiera que seas



¿y



estás listo?



 



Estas palabras



son piedras en el agua



que pasa.



 



Estos versos escuálidos



son los desesperados brazos de mi anhelo y de mi amor



 



Soy una extraña



aprendiendo a adorar a los extraños



a mi alrededor



 



quienquiera que seas



quienquiera que yo pueda llegar a ser.

Regreso a Cracovia en 1880


Regreso desde las grandes capitales


a esta ciudad en un angosto valle bajo la catedral de la colina


con tumbas de reyes. A una plaza, bajo la torre


y ala trompeta que suena a mediodía, la nota


a medias porque la flecha de los tártaros


alcanzó una vez más al trompetista.


Y alas palomas. Y a las pañoletas chillonas de las mujeres que


[venden flores.


Y a los grupos de personas charlando bajo el pórtico de la iglesia.


Mi baúl de libros llegó, esta vez sin problemas.


Lo que sé de mi esforzada vida: que la he vivido.


Los rostros son más pálidos en la memoria que en los


[daguerrotipos.


No necesito escribir recuerdos ni cartas todas las mañanas.


Otros se ocuparán, siempre con la misma esperanza,


aun sabiendo que no tiene sentido, dedicamos a ello nuestras


[vidas.


Mi país seguirá siendo lo que es, el patio trasero de los imperios,


Seguirá alimentando su humillación con fantasías provincianas.


Salí una mañana a dar un paseo con mi bastón:


Los puestos de los viejos ocupados ahora por nuevos viejos.


Y por donde pasaban las chicas con sus vaporosas faldas


pasean ahora otras, orgullosas de su belleza.


Y chicos haciendo rodar sus aros durante más de medio siglo.


En un sótano un zapatero alza los ojos desde su banco.


Pasa un jorobado con su lamento oculto,


luego una dama elegante, viva imagen de pecados mortales.


Así es como perdura la Tierra, en todas las pequeñas cosas


y en la vida de los hombres, irreversible.


Y eso parece un alivio. ¿Ganar? ¿Perder?


¿Para qué? si el mundo nos va a olvidar de todos modos

8.19.2024

Ocho/Allegro assai - Luis Chaves

Así llegó el año de abrir cosas con los dientes y buscar la diferencia entre lo que se mueve y lo que no. Imposible haberlo imaginado cuando la palabra favorita era «gratis» y los meses lentos como la miel; cuando apretándonos hechos un ocho en el baño del bar- cruzamos la línea imaginaria de la simetría.

Ordenemos por columnas tipo: las hormigas que mataste / las veces que vas a ver tu reflejo en las vidrieras / los mensajes que escribís con una mano. Ahora que suena la canción de estos años vamos a dividirlos en dos: de un lado todo lo que brilla; del otro, lo que falta por decir.

Que la parte buena de todo esto sea como una banda de Moebius: la única superficie de una sola cara.



8.01.2024

Maltraté a mi gato antes de que muriera - Vicente Luy

 Maltraté a mi gato antes de que muriera. 

Empezó a hacer pis y a vomitar adentro. 

Y yo iba y "No, Simbad. No. No. No." 

Me recuerdo llevándolo por el lomo 

y dejándolo caer afuera. "Va para allá". 

Porque él pedía para salir y entonces yo pensé 

que era capricho. 

De una de esas llevadas al patio es que no regresó.

 Blanco, hermoso; gozaba del privilegio 

de entrar con las pata mojadas. Le decíamos "el rey". 

Y allá se fue, en una bolsa de basura. 

Antes lo retuve un día conmigo, y pasé 

y lo miré 100 veces. Iba y lo acariciaba. 

"Viejito".