Tu pelo puede caerse.
Entonces mi pelo se cae. Entonces mi piel se hace delgada, dura, agrietada. Entonces aparecen quemaduras solares. Entonces tengo más frío en algún lugar. Entonces hay sombreros.
Tu panza puede hincharse como un tambor.
Entonces nado. Entonces tomo caldo de una taza. Entonces cojeo. Entonces mi sombra crece.
Podés olvidar de dónde venís.
Entonces volver. Entonces tocar el piano con un solo dedo. Entonces sueño con armas que nunca conocí. Entonces disculparse. Entonces ponerme la remera al revés. Entonces espero.
Podés olvidarte de decir adiós.
Yo podría.
Podés tener miedo.
Entonces envejecer. Entonces hacer omelets de hongos. Entonces leer cada sección del diario con mis anteojos en la punta de la nariz. Entonces ponerle nombre a los lagartos en mis paredes. Entonces discutir las elecciones y el tiempo con mujeres de rodillas flacas en cafeterías. Entonces dormir temprano. Entonces despertar temprano. Entonces parar.
De última, podés haber sido parte de algo que no respetes.
Entonces soy parte de eso. Entonces cada parte es verdad. Entonces se funde, mueve, pare, nace.
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