A veces, caminando por irarrázaval, imagina que se acerca al puente de Brooklyn y se siente idiota y extranjera y le da risa, porque en Santiago no es, no podría nunca ser un extranjero, al contrario: mirá los edificios nuevos y horribles que encuentra a su Paso como quien advierte cambio feroces en su propia piel; como quien inspecciona moretones y cicatrices en sus propias piernas y brazos.
Poeta chileno- Alejandro Zambra
No hay comentarios:
Publicar un comentario