1.07.2012

Informe crítico dentro del FMI

La historia de la crisis asiática suele concluir en este punto: el FMI intentó ayudar, pero la cosa no funcionó. Incluso la propia auditoria interna del FMI llegó a esa misma conclusión. La Oficina de Evaluación Independiente del Fondo concluyó que los ajustes estructurales exigidos fueron "desacertados" y "más amplios de los aparentemente necesarios"; además de "no cruciales para la resolución de la crisis". También advirtió de que "la crisis no debería utilizarse como una oportunidad para imponer un amplio programa de reformas sólo porque la influencia durante se momentos es muy elevada y con independencia de lo justificables que puedan ser sus méritos“.* En un apartado especialmente contundente de aquel informe interno, la Oficina acusaba al Fondo de haber actuado cegado hasta tal punto por la ideología del libre mercado que el simple hecho de considerar algo tan lógico como la instauración de controles sobre los flujos de capitales había resultado institucionalmente inimaginable. "Si ya era una herejía sugerir que los mercados financiaron no estaban distribuyendo el capital mundial de un modo racional y estable, contemplar [la posibilidad de establecer controles de capitales] constituía sencillamente un pecado mortal".

Hoy sigue debatiéndose si el FMI planeó el ahondamiento de la crisis en Asia o su actitud de indiferencia fue debida simplemente a la imprudencia y la temeridad. Quizás la interpretación más benévola de lo sucedido es que el Fondo sabía que no podía perder: si sus ajustes inflaban una nueva burbuja en títulos y acciones de mercado emergentes, habría logrado su objetivo; si estimulaban una mayor huida de capitales (cosa que finalmente pasó), habría creado un filón para los capitales más oportunistas. De cualquier modo, el FMI se sentía suficientemente cómodo con cualquiera de los dos resultados de una posible debacle económica total en aquellos países.






* Por algún motivo, ese informe tan sumamente crítico no fue publicado hasta 2003, cinco años después de la crisis. Entonces ya era un poco tarde para lanzar advertencias contra el oportunismo en situaciones de crisis: el FMI se hallaba ya inmerso en pleno ajuste estructural de Afganistán y en la elaboración de nuevos planes para Irak.

No hay comentarios: