12.15.2011

Destapá la felicidad

Jean Jaques Rousseau sugirió que los humanos necesitan ser compelidos hacia la libertad, por lo menos hacia la libertad esbozada por filósofos y considerada por ellos como una exigencia implacable de la razón. Podemos decir que el mundo generado por el "proyecto moderno" se comporta, en la práctica si no en teoría, como si los humanos tuvieran que ser compelidos a buscar la felicidad (al menos la felicidad esbozada por los que se han erigido en sus asesores y consejeros, así como por los redactores de publicidad). Veinticuatro horas al día y siete días por semana los humanos tienden a ser instruidos, preparados, exhortados, engatusados y tentados a abandonar los caminos que han considerado rectos y correctos, a volver  la espalda a lo que han estimado valioso y que pensaban que los hacía felices, para ser diferentes de como son. Se les presiona para que se conviertan en trabajadores dispuestos a sacrificar el resto de sus vidas por la causa de la empresa competitiva o por la competencia empresarial, en consumidores movidos por un número infinito y en expansión de deseos y necesidades, en ciudadanos que acepten plenamente y sin reservas la versión de que "no hay alternativa" de la "corrección política" del día, que los induce, entre otras cosas, a encerrarse y ser ciegos a la generosidad desinteresada e indiferentes al bien común si no puede servir para enaltecer su ego.

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