12.18.2013

Como una chica buena

Quiero decir que no sólo desprecias lo que representan: los desprecias a ellos. Es demasiado personal, Franny. Te lo digo en serio. Hay un auténtico brillo homicida en tus ojos cuando hablas de ese Tupper, por ejemplo. Toda esa historia de que va al lavabo de caballeros para despeinarse el pelo antes de entrar en clase. Todo eso. Probablemente lo hace: concuerda con todo lo que me has contado acerca de él. No digo que no concuerde. Pero lo que haga con su pelo no es asunto tuyo, hermana. Estaría bien, en cierto modo, que consideraras extrañas sus afectaciones personales. O que te inspirase un poco de lástima por tener la inseguridad suficiente para darse un poco de maldito y patético atractivo. Pero cuando me hablas de ello, y ahora no bromeo, lo haces como si su pelo fuese un maldito enemigo personal tuyo. Esto no está bien, y tú lo sabes. Si has de entablar una guerra contra el Sistema, dispara como una chica buena e inteligente: porque el enemigo está ahí, y no porque te disgusta su peinado o su maldita corbata.

(Franny and Zooey)

No hay comentarios: