4.18.2012

Paso 2. Viaje de lujo (Boeing)

Cualquiera puede recibir la prohibición de volar, una denegación de un visado de entrada a Estados Unidos o incluso ser arrestado y calificado de "combatiente enemigo": basta una prueba conseguida con estas cuestionables tecnologías, una imagen borrosa obtenida a través del software de identificación facial, un nombre mal escrito o un fragmento de una conversación mal interpretado. Si los "combatientes enemigos" no son ciudadanos de Estados Unidos, probablemente nunca sabrán de qué se los acusa, ya que la administración Bush los despoja del habeas corpus, el derecho a presentar pruebas en un tribunal, a un juicio justo y a una defensa satisfactoria.

Si el sospechoso es trasladado a Guantánamo, es muy posible que termine en la nueva prisión de máxima seguridad para 200 presos construida por Halliburton. Si es víctima del programa de "rendición extraordinaria" de la CIA, secuestrado en una calle de Milán o mientras cambia de avión en un aeropuerto norteamericano, y trasladado rápidamente a uno de los llamados "black sites" en algún punto del archipiélago de prisiones secretas de la CIA, el prisionero encapuchado probablemente volará en un Boeing 737, diseñado como jet de lujo pero adaptado para este uso. Según The New Yorker, Boeing actúa como "la agencia de viajes de la CIA": ha "tapado" planes de vuelo para 1245 viajes de rendición, ha organizado al personal de tierra e incluso ha reservado hoteles. Un informe de la policía española afirma que el trabajo corrió a cargo de Jeppesen International Trip Planning, filial de Boeing en San José. En mayo de 2007, la Unión Americana de Libertades Civiles presentó una demanda contra la filial de Boeing. La empresa se ha negado a confirmar o desmentir las acusaciones.

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