2.29.2012

Ser quien quieras pero nunca vos

Lo que podría haber empezado como una empresa consciente puede convertirse, con el tiempo, en una rutina en la que ya no se reflexiona, mientras que la afirmación repetida, sin fin y en todo lugar, de que "tu puedes convertirte en alguien diferente de quien eres" se reformula como "tú debes convertirte en alguien diferente de quien eres". El "tú debes" no parece otorgar la libertad prometida y esperada, y es por deseo sincero de libertad que mucha gente se rebela contra ello. Tanto si posees los recursos fundamentales exigidos para "hacer lo que debes" como si no, este "debes" suena más como esclavitud y opresión que como cualquier avatar imaginable de libertad. Carne para unos, pescado para otros (¿muchos? ¿la mayoría?), pero una mezcla de alimento y pescado para todos. Si "ser libre" significa actuar según los deseos de uno mismo y perseguir los objetivos que uno elige, la versión consumista moderna líquida del arte de la vida puede prometer libertad para todos, pero la otorga en pequeñas cantidades y de forma selectiva.  Para hacer llevadera una vida de perpetua precariedad, un margen de "precariado", como lo llama Loïc Wacquant, se ve obligado a formar su "subjetividad" a partir de las motivaciones (hostiles y creadoras de estereotipos) de otros. Su "marginalidad avanzada" 

    tiende a concertarse en territorios aislados y limitados, percibidos cada vez más tanto por los de fuera como por los de dentro como purgatorios sociales, zonas de leprosos en el corazón de las metrópolis postindustriales donde sólo los residuos de la sociedad aceptarían vivir.

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