10.18.2008

Donde el lobo juega con fuego

Primeros signos del azar en el paradero de Archéres-la-Forêt. Por un lado el mensaje que nos viene del Tarot (Carol oficiante, los dos medio asustados), y que no puede ser más alentador. Cuando di vuelta a las tres cartas y vi el Carro de Hermes, supe. Todo lo que proviene de ese dios sutil que me ha guiado siempre en la vida, y si ser de Virgo no es precisamente cómodo en muchos planos, en otros lo mercurial, lo gris, lo introvertido me han ido dando algo así como itinerarios de topo a plena luz, de pasaje allí donde muchos Toros o Capricornios se hubieran roto los cuernos. Ahora sé que vamos a llegar a la meta, que Hermes se divertirá un poco a costa de nosotros, pero a la vez nos irá abriendo paso, señor de las rutas, protector de viajeros.

Julio Cortázar - Fragmento de "Los autonautas de la cosmposita"

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